Historia San Ramón
Historia de San Ramón:
Este distrito tiene como origen el Fuerte San Ramón fundado en 1847.
Al respecto hay que señalar que la información histórica está muy
dispersa y los textos del reconocido Fray Dionisio Ortiz no han sido
elaborados con una metodología histórica adecuada; dicho autor, si bien
es cierto hizo una destacadísima labor de acopio de información, esta se
encuentra dispersa, no clasificada, y muchas veces imprecisa o
redundante; a ello hay que agregar el enfoque propio y válido,
resultante de su condición de misionero católico. Aunque con ello se
pretende hacer valedero e indiscutible sólo un punto de vista
unilateral, desdeñando otras apreciaciones y puntos de vista. El lado
positivo, es que es el único que tuvo a cargo la enorme tarea de
escribir los pormenores y detalles del pasado de la selva central a
través de los numerosos tomos que abarca la historia de San Ramón,
Perené, Chanchamayo, Satipo y Oxapampa. Por ello, se recomienda promover
el rescate histórico de numerosos textos, testimonios gráficos
existentes a fin de catalogarlos, ordenarlos y difundirlos hacia la
colectividad.
No obstante las limitaciones, ha sido posible esbozar la reseña siguiente:
En 1635, año en que fray Jerónimo Jiménez funda la primera misión que
denominó San Buenaventura de Quimiri, cerca de donde luego se fundaría
la actual ciudad de La Merced; por ello, los lugares aledaños fueron
explorados, en busca de terrenos apropiados para la construcción de
misiones y reducciones, desencadenándose el desplazamiento de las
poblaciones indígenas originarias hacia nuevos territorios que pudieran
garantizar su supervivencia. El Convento de Santa Rosa de Ocopa, tuvo
una enorme importancia en la historia de la selva central, pues como
seminario de misiones, sirvió para planificar y ejecutar diversas
entradas con el objeto de establecer nuevas conversiones. Para inicios
del siglo XVIII, en las quebradas de Oxabamba, Quimiri, Nijandaris y
lugares aledaños, ya se habían asentado algunas haciendas de colonos,
que se dedicaban principalmente al cultivo de la caña dulce, tabaco,
cacao, coca y café. A partir de entonces se introdujo en la región
especies ganaderas y actividades manufactureras como la herrería, la
carpintería, etc. En 1742, estalla la rebelión de Juan Santos Atahualpa,
que fue apoyado por numerosos ashánincas, yáneshas así como algunos
españoles y andinos prófugos de la justicia. El mítico caudillo logra la
completa expulsión de todos los misioneros y colonos que se habían
asentado en la región. Desde 1756, año en que se calcula la desaparición
de este caudillo, hasta 23 años más tarde, no se establece ningún
ingreso foráneo. Luego de esa fecha, los primeros colonos andinos
provenientes de Tarma, hacen sus incursiones desde Palca, en donde
construyen un fuerte; temiendo una incursión de los denominados
“chunchos” o “infieles”; pero al poco tiempo el fuerte es abandonado. En
1774 los pobladores de Tarma empiezan a expandirse hacia “la montaña”,
para lo cual se reconstruye el fuerte Palca.
Ya en el siglo XIX, la colonización europea impulsada por el Estado e
iniciada durante el gobierno de Castilla, marca el inicio de un largo
proceso que termina por afectar completamente a los pueblos indígenas;
de esa manera se establece una política de inserción de la Amazonía a la
economía nacional. A partir de 1849, se dictaron una serie de leyes
favorecedoras de la colonización e incluso de la inmigración europea y
asiática hacia la selva, en la que se establece la adjudicación de
tierras expoliadas a los nativos.
En 1865, ingresa a San Ramón un grupo de inmigrantes chinos, que
inicialmente fueron empleados en algunas haciendas, aunque pronto se
independizaron estableciendo sus propias parcelas dedicadas al cultivo
de caña de azúcar, frutas y café, así como la explotación pecuaria; pero
sobre todo se destacan en las actividades comerciales.
El notorio progreso de las Haciendas Chalhuapuquio, Naranjal, La
Auvernia y otras, animó a los nuevos colonos, que con el apoyo militar
continuaron la colonización al interior del valle, fundándose La Merced
en 1869, iniciándose el ingreso de colonos europeos, algunos de los
cuales se asientan en el distrito sanramonino.
La creación política del distrito se produce el 14 de noviembre de
1908, a través de la Ley Nº 0820, promulgada por el Presidente Augusto Leguía.
El nuevo distrito formará parte de la provincia de Tarma, que en ese
entonces abarcaba el territorio de la actual provincia de Chanchamayo.
En 1927, el entonces teniente 2° Leonardo Alvariño y Herr, logró
realizar el primer vuelo de Lima (Ancón) a San Ramón, piloteando un
pequeño biplano de cabina abierta Krystone de 220 HP en 2 horas y 40
minutos; este vuelo constituyó un récord de altura al remontar la
Cordillera de los Andes por el monte Meiggs (5,080 m.s.n.m.) y permitió
abrir la ruta aérea que el Perú necesitaba para comunicar Lima con
Iquitos, vía San Ramón por lo cual se le reconoce como hijo predilecto
del distrito al “Pionero de la Aviación Militar”.
En el siglo XX, en la década del 50, sucede una masiva migración a la
selva central, pues miles de colonos provenientes en su mayoría de la
región andina, son atraídos por la demanda de mano de obra por el
creciente “boom” del café, así como por la facilidad de hacerse de
terrenos. Durante la Reforma Agraria, numerosas como prósperas haciendas
son expropiadas por el Estado, dando origen a las cooperativas agrarias
que fracasaron dando paso a la actual atomización de la propiedad rural
y el decaimiento de la producción agrícola. El 24 de septiembre de 1977
fue creada la Provincia de Chanchamayo, según Decreto Ley Nº 2194,
firmado por el Presidente de la República Francisco Morales Bermúdez. El
distrito de San Ramón forma parte de la comprensión de la nueva
provincia.
Desde 1990 para adelante, toda la selva central es sacudida por la
presencia de Sendero Luminoso y el MRTA, lo que origina una rápida
explosión demográfica de las ciudades y pueblos, como es el caso de San
Ramón y Pichanaki, entre otros. Luego de casi una década, el retorno de
los agricultores, a los caseríos y poblados se va dando lentamente; pero
esta vez, la agricultura en general ha ingresado a una severa crisis,
agudizando la pobreza en forma alarmante. Esto ocasiona que el quehacer
económico de la población vea una alternativa en el turismo. En los
últimos años, el crecimiento del flujo turístico tiene un incremento
acelerado, debido a la cercanía a Lima, al buen estado de la
infraestructura vial, el clima agradable, la enorme cantidad de recursos
turísticos y a una creciente inversión privada en infraestructura y
servicios turísticos.
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